Campoamor 2015: Un lugar para valientes, para los mejores

La sensación es que allí todos somos un poco mejores. No se si la rutina de nuestras vidas a lo largo de los 11 meses anteriores es la culpable de esto, pero es más que evidente, que cuando llega ese mes de 6 letras, algo cambia dentro de nosotros.
De principio a fin. Del primer día al último. Del primer "quemao" del verano, al último baño en la playa donde estás negro/a y para que vas a echarte crema. De la primera copa a la última. De la primera resaca a la última. Y sobre todo del primer reencuentro a la enésima despedida.

Todo son datos que podrían coincidir en cualquier verano, lugar y grupo de gente del mundo. Ahora bien, solo hay un sitio, una vez al año y con grupos de gente temporales donde esto sucede.

Y es que en Campoamor somos muy de bajar a la playa pequeña y quemarnos como una gamba, una gamba roja si te bañas cerca del club náutico. Somos muy de echarnos copas. Este año en sudecasa, en la bolera, en la playa, en el chiringuito, en la pinada, en Jardines del Mar, en Montana... Sigan pensando donde se han echado alguna copa... En Mimaybe no me suena, siempre fue más de granizados.

 Hemos sido muy de festivales. Un doblete para el recuerdo. Campoamor Music Festival y Carnaval Xairo lucharán por la supremacía de disfraces dentro de 365 días; Será bonita la batalla.

Hemos sido muy de planes alternativos. Crecemos, nos hacemos mayores, unos más que otros, y poco a poco vamos innovando y descubriendo que irse a alguna cala, pasar alguna tarde en otro lugar e irse a Torrevieja algún jueves por la noche no está tan mal.

Hemos sido muy de Mojitos, de barbacoas, de salidas en barco, de noches en la playa, de aperitivos/comidas en el chiringuito... Al fin al cabo somos muy de juntarnos y que todo lo fluya... Que pase lo que tenga que pasar.

Hemos sido muy de Xairo, nadie me lo negará no?
Vale, hemos a ido a Maná, Mamaluna, Trips, Vela... De acuerdo, a todos esos sitios, alguno se me olvidará, pero nuestra catedral de la fiesta, nuestro coliseo del mediterráneo, es la discoteca por excelencia de Campoamor. Es cierto que cada vez está peor y que si alguno que está en la puerta se afeitara de vez en cuando todo iría mejor, pero bueno, eso es la cosa de la discoteca.

Hemos sido muy de... de comer. En Campoamor se es muy de comer, cuando no es el Bakotas, es la taberna de Juan, cuando no es el club náutico es la Pizzería Navía y cuando no es gasolinera, se tira de coche y #RoadToMcAuto. Lo que de momento, no somos, es de Casa Alfonso, tendrá que esperar.

Y sí, hemos comprado más que nunca. Evitaremos decir el qué para que nadie nos encasille en ningún pasillo de ningún supermercado situado al lado de una farmacia.

Hemos sido muy de cañazos, de arponazos y de cobrazos. Un verano sin cobra no es un verano. La valentía del verano no va a ser positiva en todos los aspectos. Ahora, cañas en el bazar de Campoamor no quedan.

Hemos sido y somos muy del día después. Nos adelantamos la info por el móvil, por whatsapp, por redes sociales... pero esa sensación de bajar a la playa, esa primera toma de contacto con tu gente...No hay color, sabes que algo ha pasado... La sonrisa delata algo, algo gordo... y a continuación le sigue un cuenta,cuenta. Si no fuera por esto, alguien piensa que se verían tantos jóvenes al día después de una resaca?

Somos, por cierto, muy de resacas. Las pillamos de todos los colores. Llegamos a ser trilingües en ciertas noches. A veces nos sorprende antes de la cuenta y tenemos que abandonar a mitad de la noche, pero eso no importa, lo importante es estar disponible al día siguiente.

Y casi por último, somos muy de bombas. Cada grupo tiene su forma de llamarlo. Hace referencia a un suceso que ocurre de repente, sin previo aviso y que nadie se lo espera. O mejor dicho nadie cree que pueda pasar... Sabéis de lo que hablo no? Pues de este tipo y en verano, también de todos los colores. Unas buenas, otras no tan buenas y de vez en cuando están esas que fácilmente podrían haberse tirado en alguna guerra mundial. Durante este mes mucho novio y novia nueva, mucho ex-novia y ex-novio nuevo, muchos amores de verano nuevos y algún que otro cuerno que ya luce en el álbum de Campoamor. El ojo que todo lo ve, lo sabe, pero como buen ojo se cerrará hasta el año que viene.


Y ahí estamos otro verano, otra despedida, otra vez. Tengo la sensación de que ya las despedidas no nos duelen tanto. De hecho, nos emociona mucho más los reencuentros. Es un trabajo de muchos
años, de mucha gente y que ha merecido la pena.

Suele ser justo por estas fechas, quizás unos días antes de llegar al final de agosto, algún amigo/a te escribe y te dice " No salís de allí, lleváis todo el verano encerrados". Nadie entenderá lo que esto si no ha despertado varios días seguidos en Campoamor.

Y es justo en ese momento cuando te das cuenta. Te das cuenta, que más que encerrado, estás refugiado. Un lugar para solo unos pocos. Para unos valientes. Para los mejores. Campoamor dio, da y dará siempre, cada año, la oportunidad a ciertas personas de crear algo. Podrán ser personas que se conocen o no, pero tendrán la oportunidad. Y será entonces cuando vuelva a pasar. Un ciclo que no acaba, que siempre estuvo, esta y estará y que por suerte, tantos mis amigos como yo, fuimos capaces de verlo, aprovecharlo y hacerlo. Y me consta que otros también aprovecharon su oportunidad.

El que?

El ser los mejores. Somos buenos por separado, pero juntos, SOMOS LOS MEJORES.


Campoamor 2015: Un lugar para los valientes, para los mejores

Como siempre GRACIAS...




"Quiero creer y creo que querer que todo lo que pasa merece la pena"




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